domingo, noviembre 24, 2013

Días de lluvia




¿Por qué no puedo tomarlos como otra simple inspiración?
¿Por qué me hacen sentir así?
¿Cuántos días de lluvia tendré que vivir sola?
Me parece a veces que los días de lluvia serían mejores sucesos si te encontraras a mi lado,
No importandome cuan fuerte sople el  viento,
Ni cuan rápido transiten las nubes por el cielo gris de este noviembre.

Blanco como nieve a lo lejos, llueve, como si los confines de la tierra estuvieran allí.
Como si no existiera más mundo después, y allí encontrarnos,
Acompañados,
El uno por el otro,
Sin necesidad de una sola luz encendida,
Sin necesidad de nada más que nuestros labios.

Solos, mientras alcanza con furia la tormenta y recubre los tejados de  infinito,
De nada y de ningun color.
Ninguna expresión distinta.

Pero estoy aquí, con el frío de este encierro,
que es más intenso aún que las gotas que descienden de las nubes: grandes glaciares flotantes,
 barcos de vapor navegantes de la troposfera,
intangibles titanes de los cielos, cumulonimbus,
ni su frío y rugidos me dan tanto escalofrío como la soledad.

¿Me hacen tan tristes los días de lluvia?
Sería mejor que mi casa no tuviera ventanas,
Ni tuviera absolutamente nada para observar el exterior triste y el cielo deshecho bajo la tropical jungla de argos.

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