jueves, junio 05, 2014

(A William Ospina)

A veces algunos escritores popularmente conocidos ya, la cagan por su enorme complejo de eróstato, parecen peces sedientos aún en un océano de fama, se olvidan de la responsabilidad social que implica así sea uno, dos , tres párrafos, reduciendo la escritura a una simple manera de ganar dinero, pobres, más valdría que fueran sordos, mudos o les faltara alguna extremidad, a que les faltara sensatez, y escribieran ese tipo de columnas burdas y parciales, sin duda he ahí otro ventrilocuo de...


¿Por qué sufro?, sufro por que hay un país que me duele, un país que poco a poco se recubre de moho,
los medios de comunicación son como criminales que aún sabiendo lo que pasa, las ansias de poder dejan el pasado sin ni siquiera una sombra, el gobierno es como un ladrón que entra a una casa descuidada y se roba absolutamente todo, y los dueños de la casa, civiles, aún dejan la puerta abierta, aún dejan las ventanas abiertas, y creen que las cosas no pueden suceder dos veces. Los centinela corren el riesgo de morir en el intento de evitar que el ladrón regrese a la casa, y los dueños de la casa son ancianos que sufren de la peor de las enfermedades: la amnesia.