lunes, agosto 15, 2016

Aamaal



Shik shak shok

Bailaba en la sala de la casa sobre el tapete
afuera los pescadores se iban con sus redes
más tarde, asomó a la calle mientras extendía la ropa lavada, en la azotea.

Cuando,
fatalmente de frente,
aquel de ancha espalda, le miró a los ojos.
Ojos de nadie, negros como cuervos,
una mirada de Ra,
ven por mi alma.
Habibi, hayati.

Olor a incienso y canela se desprende del mercadillo cercano
el hombre encendiendo una pipa sin quitarle la mirada de encima, como un león,
le preguntó su nombre.
ella se secó la frente con su vestido blanco y le dijo:
Aamaal.


Vengo por tí esta noche, Aamaal.


Llegó la primera noche de mil,
toda llena de estrellas.

 Amaal:
Ingéniate un escape por la azotea o por la ventana,
partiremos en un bote hacia las costas de Eritrea,
Lleva tus objetos preciados y comida,
 Yala, yala!! los gatos nos observan.

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