miércoles, junio 01, 2016

El Vendaval


El viento cálido
antes de la tormenta
es caricia a mis cabellos
como si las mismas nubes
amar pudieran.

Truena,
Es el corazón del campesino
Que retumba entre las montañas
como si chocara una ola
contra las duras rocas de Malpelo.

La lluvia,
se desata,
es el carrito de rodillos
que baja por la calle empinada
 hacia el valle,
y lleva atados cachivaches,
el reblujo mental  se resignifica,
se crea música
del resonar de la madera.

Las estrellas,
están en la tierra,
es Yesenia vestida de lentejuelas,
el taxista admira enamorado en el silencio
y continúa su trayecto como si se tratase
de la aparición divina de lo que es,
sinfonía del amor
realiza
el sonido del claxon en corcheas.

La granizada
es jugarreta,
con los trozos de hielo y su sabor,
es lanzarlos y  barrerlos del corredor
mientras el niño observa el tapete blanco de ellos
formado sobre las terrazas,
 como si se diera cuenta
de su propia existencia
y se preguntara el porqué.

Agosto
es veleta,
salir al parque o a la montaña para elevar cometas
y ver algunas tan enormes que en los árboles se estrellan
pero ver como se aleja fundiéndose en el cielo refulgente
 la más sencilla de todas ellas.

Vos
Sos naturaleza
Sos el grito, sos la risa y la nobleza.

Vos
Sos yo misma
Escuchándo las palabras
del vendaval sobre nuestras cabezas.


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