sábado, septiembre 20, 2014
Apología al trabajo por sí mismo
No todos los seres humanos se atreven a enfrentar el mundo en su peor faceta, por que hay un pánico colectivo a la adversidad, ¿quién quisiera que le pasaran cosas malas? ¿al artista?¿presidente? ¿bailarín?¿negociante? Pero los grandes artistas, los grandes presidentes, los grandes bailarines y los grandes negociantes, ya están listos,mantienen bajo la manga un mapa de salida a cualquiera que sea la fatalidad, se han preparado para el fracaso, para volver a empezar, no se han fijado solo en un próspero porvenir, tampoco se han fijado como objetivo el dinero, sino la satisfacción y la percepción del cliente, el dinero nunca podría ser el fin último, ni una excusa para seguir haciendo o no las cosas.El que desea con ansias el dinero es el último en conseguirlo y al primero al que se lo arrebatan; el que desea con ansias hacer bien su trabajo para superarse a sí mismo y ser un ejemplo para los demás, aunque no espere dinero a cambio lo obtendrá y nunca le faltará, todos querrán pagarle con gusto, y si la otra persona le paga con gusto y satisfacción, el que trabaja por sí mismo, como persona, jamás será echada al olvido por los demás.
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